La flechadora de las estrellas del norte

La Avenida Paseo de la Reforma es una de las más importantes y emblemáticas de México. En ella permanece siempre radiante la figura de una mujer que por muchos años fue muy enigmática. Se trata de La flechadora de las estrellas del norte o, como muchos la llamamos, La Diana cazadora.

La fuente de La flechadora de las estrellas del norte.

La Diana Cazadora nació como producto de un programa de embellecimiento del Distrito Federal -ahora CDMX- al mando de Javier Rojo Gómez, durante el mandato del presidente Manuel Ávila Camacho (1940-1946). La Diana Cazadora fue diseñada por Vicente Mendiola Quezada, quien realizó a fuente; la estatua fue hecha por Juan Fernando Olaguíbel y en su conjunto miden 22 metros. La estatua representa a la diosa romana de la caza y protectora de la Luna: Diana.

La Diana Cazadora en 1942

A lo largo de los años la fuente ha estado en diversos sitios. El 10 de octubre de 1942 fue inaugurada, tuvo su primera ubicación en la misma avenida, Paseo de la Reforma, muy cerca de su actual ubicación, en la glorieta formada por el cruce de las calles Río Ródano, Lieja y muy cerca de la Puerta de los Leones del Bosque de Chapultepec. Fue hasta 1967 que por daños fue removida y reemplazada por una replica exacta. La original fue enviadada al municipio de Ixmiquilpan, Hidalgo.

La Diana Cazadora en el Parque Ariel en 1976

La nueva estatua se mantuvo en el mismo sitio desde 1967 hasta 1974. en ese último año se iniciaron los trabajos de construcción del paso a desnivel en la zona aledaña. Las obras de construcción ocasionaron que la estatua fuera resguardada dos años en el taller de Juan Fernando Olaguíbel.

En 1976 la fuente fue reubicada frente al edificio de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), exactamente en el Parque Ariel, hoy Jardín de las Naciones Unidas.

La Diana Cazadora iluminada en la noche

Posteriormente, en 1992, gracias a un grupo de ciudadanos que desaprobaban el abandono de la fuente debido a su ubicación, la fuente fue nuevamente ubicada en la Avenida Paseo de la Reforma, en la glorieta formada por el cruce de las calles Río Mississipi y Sevilla, justo en el lugar donde ha estado desde entonces.

Pero no solo ha sufrido diferentes cambios de ubicación, la Fuente de la flechadora de las estrellas del norte incluso ha sido protagonista de misterios y de diversos ataques y movimientos.

El primero de ellos fue  dos años después de su inauguración, en 1944, cuando la Liga de la Decencia, comandada por la esposa del presidente Manuel Ávila Camacho: Soledad Orozco, logró hacer que su creador la cubriera con un faldón de bronce. Fernando Olaguíbel, previendo un cambio en la mentalidad mexicana, solo le aplico tres puntos de soldadura al faldón.

La Diana Cazadora con faldón

Fue así que durante los preparativos para las olimpiadas de México 1968, el regente del aquel entonces Distrito Federal, Alfonso Corona del Rosal mandó quitarle a la fuente su faldón, acción que le causo unos cuantos daños a la Diana. Olaguíbel decidió usar de nueva cuenta el molde usado para la estatua y crear una nueva. La estatua original fue llevada por petición de Alfonso Corona a su natal Ixmiquilpan, Hidalgo, donde adorna su plaza municipal.

La Diana Cazadora Original en Ixmiquilpan, Hidalgo

Otro ataque que sufrió fue cuando en la mañana del 18 de mayo de 1993, la estatua amaneció portando una máscara antigás debido a un movimiento organizado por Greenpeace México llamado "Quitémosle la máscara a la ciudad", donde se exigían medidas más estrictas contra la polución del aire.

 Estatua de la Diana Cazadora con máscara antigas 

Por último hablaré del misterio que envolvió a la fuente por mucho tiempo, 50 años para ser exactos: la identidad de la modelo para la estatua.

La gente siempre quiso saber quien posó desnuda para Olaguíbel y Mendiola, sin imaginarse que fue una niña de 16 años de edad llamada Helvia Martínez Verdayes, que por las mañanas estudiaba secretariado y por las tardes ponía en práctica lo aprendido en las oficinas de Petróleos Mexicanos (PEMEX), donde también trabajaba Vicente Mendiola, y fue ahí cuando le pidieron que fuera la modelo para su nuevo trabajo, el cual realizó sin paga y con la condición de que no se conociera su identidad y que le colocaran otro rostro a la estatua.

Helvia Martínez posando para Fernando Olaguíbel

Fue hasta 1992 cuando Helvia decidió hacer un libro autobiográfico con un especial enfoque en la elaboracion de la fuente, el cual llamó El secreto de la Diana Cazadora.

La fuente de la flechadora de las estrellas del norte es uno de nuestros grandes emblemas y nos hace recordar la belleza de nuestras mujeres mexicanas. Un monumento a la belleza desnuda que sobrevivió al ataque de una de las facciones mas conservadoras, a sus diferentes ubicaciones y a la contaminación que acecha a nuestra ciudad. Un monumento inmortal que seguirá flechando nuestras estrellas por siempre.