Monumento a la Madre

El papel de madre es, como se dice popularmente, el trabajo más difícil de todos, ya que hacen de "todólogas". La madre siempre ha gozado de cierto reconocimiento en nuestra cultura, esto se refleja en el antiguo pensamiento mexica, donde se les consideraba guerreras de la vida y compararlas con los guerreros que morían en batalla. 

El 10 de mayo es una de las fechas más importantes en nuestro país, es el día en el que se festeja o se recuerda a la mujer más importante para cada uno de nosotros.  En la Ciudad de México se encuentra un monumento dedicado a ellas, es el Monumento a la Madre, el cuál posee una historia muy interesante y que esta relacionada con el origen de esta celebración en nuestro país.

Vista panorámica del Monumento a la Madre.

Todo comenzó cuando en 1922, José Vasconcelos y el periodista y fundador del periódico Excélsior, Rafael Alducin , en un acto para "rendir homenaje y ternura", proclamaron el 10 de mayo como el día de las madres. Esta nueva fecha tuvo su éxito gracias a la gran difusión que tuvo el periódico Excélsior en ese momento. Incluso el Papa Pío XI, en 1923, respaldó la idea de la celebración.

El monumento se comenzó a construir por mandato del presidente Manuel Ávila Camacho, en el año de 1944, específicamente el 10 de mayo que fue la fecha en que se puso la primera piedra. Fue exactamente cinco años después, en 1949, que el monumento fue inaugurado durante la presidencia de Miguel Alemán Valdés.

El ex-presidente Manuel Ávila Camacho colocando
la primera piedra del Monumento a la Madre.

El monumento está ubicado frente al Jardín del Arte, entre las calles James Sullivan y la calzada Manuel Villalongín, muy cerca de la Avenida Insurgentes. Justo entre las colonias Cuauhtémoc y San Rafael, en la delegación Cuauhtémoc.

La construcción se compone de la construcción arquitectónica a cargo de José Villagrán García y de las esculturas hechas por Luis Ortiz Monasterio. La edificación simula un obelisco con un muro, en el que sobresalen tres esculturas, todas ellas hechas con cantera.

El monumento se puede explicar con sus tres esculturas: la escultura de la izquierda (figura A) representa a una mujer sosteniendo un maíz, símbolo de a fertilidad. 

Figura A.

La escultura central (figura B) es una representación de una madre cargando a su hijo.

Figura B.

 La última escultura (figura C) plasma a un hombre con unos libros en posición de escribir.

Figura C.

La estructura al momento de su inauguración contaba con una placa que decía "A la que nos amó antes de conocernos", pero a principio de los 90 un movimiento feminista consideró dicha frase como misógina, por lo que en 1991 se le colocó una placa extra de bajo de la primera con la siguiente leyenda: "Porque su maternidad fue voluntaria". Las placas fueron dañadas varias veces, hasta que en 1997, a causa de una remodelación, se colocaron las actuales placas.

Placas actuales del Monumento a la Madre.

El Monumento a la Madre es un monumento bien merecido, pocas veces es reconocida la labor de las mamás, los sacrificios y todo lo que ofrecen por sus hijos. Sin embargo, esta estructura siempre estará ahí para hacernos recordar su importancia e influencia en nosotros y para no olvidar a aquellas mujeres que, ya sea que estén o no con nosotros, ellas siempre estarán en nuestra memoria.